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QRoSS es un robot que rueda y camina como un Droideka de Star Wars

Robots nos vamos a tener que acostumbrar a verlos de todo tipo y forma, pero si se asemejan a aquellos que se hicieron familiares en la ciencia ficciĆ³n, nos hacen la labor mĆ”s sencilla, o al menos mĆ”s atractiva. Los japoneses, pioneros y lĆ­deres en esto de la robĆ³tica, se han sacado un robot de la manga que bien podrĆ­a ser un primo lejano de los Droidekas.
Un equipo de investigadores del Instituto de TecnologĆ­a de Chiba es el encargado de crear el robot conocido como QRoSS, que por lo pronto rompe esquemas en temas de fragilidad y movilidad, puntos dĆ©biles de muchos desarrollos contemporĆ”neos. Al elemento lo podemos arrojar como si de una cĆ”mara Explorer se tratara, y gracias a su forma circular, rodarĆ”, y cuando parĆ© desplegarĆ” cuatro patas de su interior que le permiten moverse en la direcciĆ³n que deseemos.

QRoSS vive una segunda generaciĆ³n y presenta un escudo circular de 30 centĆ­metros de diĆ”metro, que ademĆ”s de permitirle girar, tambiĆ©n es una protecciĆ³n ante golpes y caĆ­das. Las “piernas” funcionan de forma independiente a esa estructura, y le permiten moverse a una velocidad de 0,1 metros por segundo.
El robot siempre tiene facilidades para colocarse de pie, si lo empujamos para que pierda el equilibrio que le dan sus cuatro patas, las vuelve a guardar y desplegar en la posiciĆ³n que le permita salir del problema. Actualmente pesa 2,5 kilogramos, pero la idea es reducir esa cantidad cambiando materiales.

                   

MorpHex ya rodaba


No es la primera vez que vemos algo asĆ­, tenemos reciente la apariciĆ³n de MorpHex, un robot que rodaba y extendĆ­a sus “patas” - de diferentes formas - para moverse con autonomĆ­a. Lo curioso es que aquĆ­ las propias patas son las que daban forma a la estructura circular. En el caso de QRoSS el escudo se presenta independiente al sistema de movimiento.
Las aplicaciones que le podemos encontrar a estos bichos, mƔs que asemejarse a robots de pelƭcula, son las de acceder a zonas complicadas, lanzƔndolos como si de una bola de beisbol se tratara. TambiƩn se puede poner a rodar si fuera necesario y la superficie lo permite, consiguiendo velocidades de 0,6 metros por segundo.

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