Que la tecnologĆ­a desvirtĆŗa la naturaleza del deporte o que los dispositivos han mejorado el rendimiento. Que si el velocista depende de sus zapatos o que el nadador gana por su traje de baƱo. El dilema existe y opiniones sobre la tecnologĆ­a aplicada al deporte hay muchas. Pero la realidad es que cada vez mĆ”s las federaciones aplauden el uso de ella en favor del Ć©xito del deportista.
ArrancĆ³ el Australian Open y es la primera vez que en un torneo oficial habrĆ” una raqueta con sensores, un invento que llama mucho la atenciĆ³n. Se llama Babolat Play y serĆ” utilizada nada mĆ”s y nada menos que porRafael Nadal (quien, por cierto, iniciĆ³ el torneo con pie derecho).
Esta "raqueta smart" cuenta con dos botones en la parte inferior del mango y un puerto USB para descargar la informaciĆ³n al finalizar el juego. AdemĆ”s y por supuesto, tiene conexiĆ³n Bluetooth. Su objetivo es brindar datos como fuerza, impacto, tipo y cantidad de golpes. Se trata de funcionalidades que habrĆ­an sido impensadas por allĆ” en los 70, cuando la raqueta apenas pasaba de ser de madera a ser de metal, pero que seguro a Slew Hester le hubieran gustado.
Hester, que falleciĆ³ en 1993, fue por mucho tiempo Presidente de la AsociaciĆ³n de Tenis de Estados Unidos y siempre mantuvo disputas en torno a este tema con los conservadores de la FederaciĆ³n Internacional de Tenis (ITF), ubicada en Londres.
Sin embargo, los avances tecnolĆ³gicos son inevitables y asĆ­ la entidad londinense ha tenido que ver el paso de raquetas de madera a acero, a carbono y prĆ³ximamente a grafeno. TambiĆ©n, cĆ³mo las cuerdas antes se hacĆ­an con los intestinos de la vaca y ahora son sintĆ©ticas, y aceptar que las pelotas pasen del paƱo al fieltro. El ingreso del Ojo del HalcĆ³n en 2006 y este aƱo la raqueta conectada.
La investigaciĆ³n cientĆ­fica ha llegado a las superficies de las pistas de juego, el calzado y la ropa debe ser mĆ”s liviana, el aƱo pasado la ITF aprobĆ³ que los tenistas utilizaran monitores en su cuerpo durante el juego y hasta los Google Glasses son ahora legales.
Pero mĆ”s allĆ” del aporte de la ciencia, el desempeƱo debe ser principalmente del tenista. Es asĆ­ como en la ITF existe un departamento de investigaciĆ³n especial que prueba todos los productos de tenis que lancen las marcas antes de que salgan al mercado.
Por ejemplo, con unas mƔquinas aprietan las pelotas para probar su densidad, deben rebotar, pero no demasiado; miden quƩ tanta fuerza tiene una raqueta al dar un golpe, y analizan la velocidad a la que puede llegar una pelota. Especialistas de este departamento dijeron a la BBC que las marcas podrƭan llegar a fabricar una raqueta tan fuerte que con los golpes destruyera la pelota, pero justamente no lo permiten, porque el juego se volverƭa una competencia de saques.
Los avances en este deporte tambiĆ©n se ven reflejados en cĆ³mo lo viven los espectadores y las transmisiones de los partidos. AdemĆ”s de las redes sociales informando el minuto a minuto, existen aplicaciones que proveen datos estadĆ­sticos muy especĆ­ficos en tiempo real y hoy se puede mirar los partidos por la TV con el sistema multicĆ”mara, como el que ofrece DIRECTV.
Hay los que seguramente aƱoren el deporte del pasado, mĆ”s simple y mĆ”s rĆŗstico, pero es un hecho que la tecnologĆ­a y la investigaciĆ³n mejora la salud y el rendimiento del deportista cada vez mĆ”s. No por algo los rĆ©cords se han registrado en los Ćŗltimos aƱos. El saque de mayor velocidad fue en 2012, 263 km/h del australiano Samuel Groth, y el partido de mayor duraciĆ³n fue en 2010, en Wimbledon, 11 horas y 5 minutos entre Isner y Mahut.
 Gabriela AlcĆ­var
Foto: Youtube Tennis Now